sábado, octubre 02, 2010

Subversión

Ambos se veían intentando desviar sus mirarlas para no cruzarse los ojos, el sentía como vibraba su libido con el simple hecho de ver como ella se mordía el labio dejando una ligera marca de sus dientes en ellos y como la carne se veía mas suculenta bañada en su propia saliva, pronto el decidió bajar la mirada pero esta se encontraba con mas lujuria al darse cuenta que poso sus ojos en sus pechos que pequeños pero la firmeza de estos lo maravillaron por un instante se pregunto como seria tenerlos en sus manos jugarlos hasta que sus pezones erectos llamaran a su lengua para bañarlos con su saliva tibia, hasta que ella empezara a gemir de placer pronto noto que ella también lo miraba, se sonrojo un poco pero bajo un poco mas la miraba y se encontró viéndole la entrepierna en ese momento sintió que algo le hervía por el cuerpo, pero le asombro el hecho de estar tan cerca de ella y sentirse tan lejos de esa hendidura que desde hace muchas noches quería sentir y que desde ya hace mucho tiempo había imaginado y tan solo un poco de tela la alejaba de ella. Pero porque no la he besado ni abrazado porque en aquella calle sola no me dedique a tomarla de sorpresa y saborear ese cuerpo candido lleno de sabores y lujurias.

Ella seguía mirándolo pronto la charla llevo aun tema poco ortodoxo

¿Y desde cuando no lo hacemos? –ella lo miro de manera tierna aunque el hecho una mirada ala entrepierna de el lo que lograba que su mente pensara en el solo hecho de tenerla jugando entre su boca-

No lo se –en ese momento el sintió una inmensa necesidad de tomarla por los brazos y hacerla suya pero no lo logro, su cara de ternura le impedía ese último movimiento-

Ambos dejaron que la brisa calmara sus lujuriosas mentes pero como es que ambos hervían por tener sus cuerpos juntos pero el hecho es que sus corazones si ese órgano que es culpado de mil cosas entre ellas el simple hecho de estorbar cuando el placer animal parece que debería ser lo único importante pero quizás tenga razón ya que el juego de la carne puede ir mucho mas halla a un punto en que el éxtasis, amor, ternura, odio, razón, y mil emociones mas se conjuntan hasta explotar.

Pero el se pregunto ¿Por qué no? ya hacia mucho tiempo que el deseo carnal lo había desestimado de su vida, casi al punto de suprimirlo de su ser, es algo absurdo pero hoy veía a ese deseo frente a él y lo dejaría pasar, se pregunto.

¿Crees que me dejaras ir? –la malicia de su pregunta retumbo hasta el fondo de ambas almas-

No lo se –el solo la miro intuyo la malicia de su pregunta pero aun así algo lo detuvo para consumar el hecho-