Si cuando no tienes nada que decirle a una persona que ha sido traicionada, golpeada o simplemente se a caído hasta golpearse contra el piso, es lógico que no tengas palabras, porque si los has vivido, sabes que nada puede aliviar ese dolor, ni las mas sublimes palabras que lleven el candor mas amoroso, pero quizás si existan es mas quizás si la sepas pero se atoran en tu garganta y maldices tu educación, tu vida y todo eso que te impide expresarlas de una manera fortuita, todo eso te impide poder embocarlas en tu boca. Es simple saber que el dolor es incomprensible tanto para un simple visor de èl, pero mas para uno mismo si el dolor emana de un ser querido o amado, ese es el dolor que te carcome el alma una y otras ves retumbando en tu ser.
Aun no entiendo el dolor, ni mucho menos el sufrimiento aun solo me remito a entender que es parte del ser humano o quizás no quiera saberlo o comprenderlo, es tan simple como que si tu mundo se cae a pedazos no me importa pero se que si el mundo que se cae es el mismo en el que vivo, tiene que importarme y como dijo Yukio Mishima:
“Si quieres ser libre, en el camino a la libertad ves a tu hermano ¡mátalo!, si ves a tu madre ¡mátala!, si ves a tus hermanos ¡mátalos! y así sucesivamente, solo asi serás libre”…
Y lo creo que es el único camino a la libertad es quitarte todas las ataduras a este mundo, que quiéralo o no perteneces a algo, a reglas y aun espacio, pero si en ese espacio solo estas tu, te liberas de sufrimiento y dolor, pero a su ves de amor y ternura, precio caro pero justo para la libertad.
A pesar de todo lo que en este blog rige, esta entrada no tienen sentido, es mas no espero que lo tenga, pero se que en algún momento lo tendrá o ese espero. Ahora las entradas tienen un sabor mió, libre de dedicatorias personales.
Se que el día de hoy pareciera que tengo un revolver en mi cabeza pero el realidad solo tengo una pluma y a senpaisama sentado en el sillón jugando con la pistola en su mano.
